CHINA.- Las autoridades chinas iniciaron investigaciones sobre las personas que habrían participado en las protestas, que iniciaron por las estrictas medidas contra el Covid-19 y se extendieron a llamados a la renuncia del presidente Xi Jinping. Al menos cuatro personas han sido detenidas y cientos interrogadas. Entretanto, los contagios por el virus aumentan y el Gobierno anunció una nueva campaña de vacunación.
China se apresura a desmontar las protestas y a detener a quienes habrían participado en la mayor ola de desobediencia civil desde que el presidente Xi Jinping asumió el poder hace una década.
La Policía inició una serie de pesquisas e interrogatorios y al menos cuatro personas han sido detenidas. Algunos fueron llamados a declarar en estaciones policiales y otros, vía telefónica.
“Todos estamos borrando desesperadamente nuestro historial de chat”, dijo uno de los indagados que presenció la protesta de Beijing y se negó a ser identificado. La fuente aseguró que los oficiales le preguntaron cómo se enteró de la movilización y cuál fue su motivo para asistir.
En la capital del país, una manifestante aseguró a AFP que ella y cinco de sus amigos que asistieron a una protesta recibieron llamadas de los oficiales para exigirles información sobre sus movimientos.
Aún no está claro cómo las autoridades habrían rastreado a las personas a las que llamaron a declarar ni tampoco se conoce el número exacto de interrogados.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China se limitó a señalar que los derechos y libertades deben ejercerse “dentro del marco de la ley”.
“El ambiente es perturbador”
Videos difundidos en redes sociales, aún no verificados de forma independiente, mostraron a cientos de policías ocupando una plaza e impidiendo que los activistas se congregaran, en la ciudad de Hangzhou, en el este del país.
En esa urbe un arresto quedó grabado por un teléfono móvil, luego de que los uniformados rodearan a una pequeña multitud.
Escenas similares se registraron en Beijing y en Shanghái, la ciudad más grande y centro económico del país.
En Shanghái, reporteros de AFP observaron cómo los agentes detenían a cuatro personas y luego liberaban a una. “El ambiente esta noche es perturbador. Hay tantos policías alrededor”, subrayó un testigo.
Los uniformados arribaron a las áreas donde mensajes difundidos en el servicio de mensajería Telegram indicaban que habría manifestaciones.
Pero la fuerte vigilancia y presencia policial impidió nuevas reuniones de multitudes desde la noche del lunes, en las grandes urbes.
«Da mucho miedo», afirmó Philip Qin, un residente de Beijing, de 22 años, al referirse a la gran cantidad de agentes en las calles.
of-am